

GEORG
FRIEDRICH HEGEL

Las
obras de Hegel tienen fama de difíciles por la amplitud de los temas que
pretenden abarcar. Hegel introdujo un sistema para entender la historia
de la filosofía y el mundo mismo, llamado a menudo “dialéctica”: una progresión en la que cada
movimiento sucesivo surge como solución de las contradicciones inherentes al
movimiento anterior. Por ejemplo, la Revolución francesa constituye para Hegel
la introducción de la verdadera libertad a las sociedades occidentales por vez primera en la historia.
Sin
embargo, precisamente por su novedad absoluta, es también absolutamente
radical: por una parte, el aumento abrupto de violencia que hizo falta para
realizar la revolución no puede dejar de ser lo que es, y por otra parte, ya ha
consumido a su oponente. La revolución, por consiguiente, ya no tiene hacia
dónde volverse más que a su propio resultado: la libertad conquistada con
tantas penurias es consumida por un brutal Reinado
del Terror. La
historia, no obstante, progresa aprendiendo de sus propios errores: sólo
después de esta experiencia, y precisamente por ella, puede postularse la
existencia de un Estado constitucional de ciudadanos libres, que consagra tanto
el poder organizador benévolo (supuestamente) del gobierno racional y los ideales revolucionarios
de la libertad y la igualdad. "En el pensamiento es donde reside la
libertad".
El historicismo creció significativamente durante la filosofía de Hegel. De la misma manera que otros
exponentes del historicismo, Hegel consideraba que el estudio de la historia era el método adecuado para abordar el
estudio de la ciencia de la sociedad, ya que revelaría algunas tendencias
del desarrollo histórico. En su filosofía, la historia no sólo ofrece la clave
para la comprensión de la sociedad y de los cambios sociales, sino que es
tomada en cuenta como tribunal de justicia del mundo.
La filosofía de Hegel afirmaba que
todo lo que es real es también racional y que todo lo que es racional es real.
El fin de la historia era, para Hegel, la parusía del espíritu y el desarrollo
histórico podía equipararse al desarrollo de un organismo, los componentes
trabajan afectando al resto y tienen funciones definidas. Hegel dice que es una
norma divina,
que en todo se halla la voluntad de Dios,
que es conducir al hombre a la libertad; por ello es panteísta. Justifica así la desgracia
histórica: toda la sangre y el dolor, la pobreza y las guerras son "el
precio" necesario a pagar para lograr la libertad de la humanidad.
IMMANUEL
KANT
Los
escritos de Kant sobre filosofía de la historia forman tan sólo una parte menor
de su amplia producción. Sin embargo, su impacto será importante, especialmente
por su influencia sobre las filosofías de la historia de pensadores posteriores
de gran importancia como Marx y Hegel. El aporte decisivo de Kant a la
filosofía de la historia es su Idea
para una historia universal en clave de 1784.
La
concepción histórica de Kant está inspirada por la idea aristotélica de la fisis, es decir, por la
concepción de una naturaleza de las cosas, una esencia que se despliega y que
contiene en sí tanto la necesidad como las leyes básicas del desarrollo. Se
trata de la idea de una potencialidad que a través de su propio proceso natural
de desarrollo llega a hacerse realidad o
actualidad.
Kant concibe también la historia como un proceso triádico o
dividido en tres fases, que va desde el estado de animalidad, pasando por un
largo desarrollo lleno de dolor, conflictos y luchas hasta llegar al fin de la
historia, que será un estado de perfección que el mismo Kant define comoquiliasmo,
que no es sino el sinónimo de raíz griega de milenio (el Reino de Cristo sobre
la Tierra que, según el Apocalipsis bíblico, durará mil años): “Se puede
considerar la historia de la especie humana en su conjunto como la ejecución de
un plan oculto de la Naturaleza para llevar a cabo una constitución interior y
–a tal fin– exteriormente perfecta, como el único estado en el que puede
desarrollar plenamente todas sus disposiciones en la humanidad […] Como se ve,
la filosofía también puede tener su quiliasmo”. En un pasaje de otra
obra, Kant se expresa de una forma aún más cargada de simbolismo milenarista:
“Cuando la especie humana haya alcanzado su pleno destino y su perfección más
alta posible, se constituirá el Reino de Dios sobre la tierra”.
KARL MARX
Durante
su juventud, y mientras se formaba en filosofía, Marx recibió la influencia del
filósofo alemán predominante en Alemania en aquel tiempo, Hegel.
De este autor tomó el método del pensamiento dialéctico, al que, según sus propias palabras, pondría sobre sus pies;
significando el paso del idealismo dialéctico del espíritu como totalidad a una
"dialéctica del devenir constante" donde la síntesis, a diferencia de
Hegel, no había sido realizada. Además, sigue utilizando el método dialéctico
para analizar las contradicciones en la historia de la humanidad y,
específicamente, aquella entre el capital y el trabajo.
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